El billete falso... que no lo era:

Esto es un ejemplo real de la rapidez con la que se mueven las cosas en España.
Hace año y medio mi mujer quiso pagar en Ikea con un billete de 20, al pasarlo por la máquina detectora de billetes falsos le dijeron que, en efecto, era falso.
Vino la policía, requisaron el billete, etc...
Año y medio (¡¡!!) mas tarde la llaman de nuevo de la policía para devolverle el billete pooooooorque, ¿a que no sabeis qué?, no era falso!!! Se lo han devuelto con un bonito sello del Banco de España que certifica su veracidad.
Menos mal que no era de 500 porque nos hacen un cuadro.